Lluvia de abril
La lluvia de
abril temprana
que resbala en
mi garganta,
secuestra cada
palabra.
Murmullo
canción lejana.
Ahogando la
mirada
ya lanzada a
lontananza.
Nublando la
entendedera
cegando
presta esperanza.
Charcos y
tierra enlodada
pisadas y
agua escarchada.
Vía fría pena
amarga
que traba, que
pausa y apaga.
Que brota de
cada cuenca
espesa estela
salada,
amarga
condena negra
que anestesia
la esperanza.
Tiembla la
carne sin tregua
desnuda a
invernal mañana.
El azote de
hambrienta hiena
el cuerpo
presto descarna.
La lluvia de
abril serena
ríos de plata
en la cara,
la lluvia
sombría senda
punzante
dolor se encarna.
Nidos de
espina afilada
llantos que rasgan el alba:
y esta dicha
que se apaga
viva pena que
no acaba.
La lluvia de
abril incierta
espesa que no
se acaba,
que ni aun
tristemente ya muerta
tibia sonrisa atenaza.
Esta huella
que no se marcha
entre nieblas
del mañana.
La lluvia de
abril que empieza
y de vuelta a
la desgracia.
Los ríos de
tinta negra
y este poema
se acaba.
Los pozos y
aciaga pena
y este mi
trino que exhala.
04-08-2015
hora: 01:59 h
"Esta huella que no se marcha
ResponderEliminarentre nieblas del mañana.
La lluvia de abril que empieza
y de vuelta a la desgracia."
¡Cómo me encantas Esparza! ;)
¡Gracias Nydia! ;-)
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